Cada año que empezamos nos encontramos con nuevos retos y metas en las diferentes áreas de nuestras vidas. Que propósitos te has propuesto para este año? Dieta para bajar de peso, empezar una carrera profesional, viajar, o solicitar un mejor trabajo, etc. Anhelamos que al final del año tengamos esas metas realizadas o en proceso de culminarlas. Nos visualizamos con el propósito ya realizado sintiéndonos satisfechos por estar en medio de una gran meta, pero cuánto dura ese entusiasmo?. Tal vez la primera semana empezando el año o en algunas ocasiones el primer trimestre del año. A medida que transcurren los días, las semanas o los meses las excusas se sobreponen al entusiasmo o la motivación. Ahora bien que necesitamos hacer cada año para culminar cada una de las metas propuestas?
Una de las primeras cosas que debemos de analizar es: si esa meta está basada por emoción o por convicción y compromiso. Cuando dejamos que las emociones sean el faro de algo nuevo que queremos emprender tendremos que ver nuestras metas o propósitos fracasar una vez más, ya que se nos hace fácil rendirnos en el primer contratiempo que se nos presenta, puesto que nuestras emociones son fluctuantes y cuando guiadas por ellas, tenemos las tendencia de tomar decisiones nada favorables. Nos guiamos por la euforia del momento o porque hablamos con un amigo o un familiar y nos sentimos entusiasmados de ser algo diferente. Pero cuando la euforia o el sentimentalismo no está, es ahí donde ponemos excusas y aunque nos sentimos mal porque sabemos que estamos dejando de realizar esa meta, empezamos a justificar y en nuestro inconsciente sabemos que es el primer paso que estamos dando para dejar poco a poco nuestra meta. Debemos de poner en orden nuestras ideas y clarificar cada propósito juntamente con nuestros deseos pero dejando a lado el emocionalismo.
Otro punto a considerar es el tiempo cuando nos proponemos una meta, debemos de considerar cuanto tiempo tenemos o debemos invertir. Nos entusiasmamos tanto por ese nuevo propósito que no consideramos algunos inconvenientes que podríamos tener. Ejemplificando este punto, nos registramos en el gimnasio y la primera semana hacemos todo el esfuerzo sobrehumano para ir, pero no consideramos las actividades que realizamos entre semana, o lo cansado que salimos de nuestros trabajos, o por otra parte, si estamos involucrados en otras actividades extracurriculares como por ejemplo; si pertenecemos a un liderazgo en la iglesia, un voluntariado, etc. También debemos de considerar cuanto tiempo le dedicaremos a nuestra familia, como también a nosotros mismos y nuestras responsabilidades. Todo tiene su tiempo y no debemos de descuidar algo tan importante por algo que podría esperar un tiempo más, sin ver afectada nuestro entorno o a nuestros seres queridos.
Otro factor que debemos tomar en cuenta es el dinero, ya que debemos de conocer nuestro presupuesto porque no se puede edificar algo sin antes no hacer el cálculo. Debemos de saber cuánto debemos de invertir y analizar en detalle cada gasto o inversión. Debemos estar apercibidos en conocer la diferencia entre vanidad, deseo o querer cumplir un sueño o anhelo. En ocasiones gastamos dinero que no tenemos en cosas innecesarias que pueden esperar, no porque no sean importante pero puede que no sea el tiempo oportuno. En ocasiones somos muy impulsivos y tomamos decisiones donde afectan varias circunstancias de nuestro entorno, y nuestro bolsillo también.
Debemos de establecer metas a corto, mediano y largo plazo, tomando en consideración los puntos anteriormente mencionados. Hacer una lista en orden de prioridad, y que recursos necesitamos o tenemos a disposición para realizarla. No debemos de olvidar, el motivo por el cual nos estamos enfocando en esa meta. El ser humano en ocasiones crea frustración, cuando atraviesa o está en medio de una meta. Pasa el tiempo y nos sentimos cansados sin ver el logro alcanzado. Pero no nos damos cuenta que cada día o cada esfuerzo que hacemos es algo menos que ya no debemos hacer y que es un paso más cerca de nuestro propósito. Es fácil desanimarnos y dejar a un lado todo el esfuerzo y no vemos todo el tiempo, dinero, y esfuerzo invertido. Pero debemos de tener muy claro que cada esfuerzo que hacemos es para algo que queremos o necesitamos y que nada en la vida viene con facilidad. Cuando estamos ya en la brecha final, nos sentimos cansados y sin ánimos de seguir luchando pero algo que debemos recordar es que tanto que deseamos estar en ese momento, al comienzo de la meta, para bajar la guardia en la recta final, eso no tiene sentido.
Informarnos es otro factor determinante no importando que meta nos hemos planteado. No debemos de dejar a un lado cada detalle y pensar hasta lo que se considera absurdo tomar en cuenta. La vida está llena de improvistos que nos dejan desequilibrados en alguna área de nuestra vida. Siempre debemos de tener varias alternativas a considerar por si la primera opción no funciona. Muchas veces nos llenamos de entusiasmo sin pensar las consecuencias de nuestros actos. Entre más y mejor informados estemos podremos tomar mejores decisiones para nuestros proyectos.
Es fácil decir cuan grandes proyectos tenemos y nos enorgullece decir lo importante que será en nuestras vidas el poder realizarlos. Pero a medida que empezamos a dar el primer paso y vemos que esa meta requiere más de lo que pensamos es ahí en realidad, lo que nos pone a pensar que si realmente estamos capaces en ese momento de dar el primer paso. Aunque no todo es obstáculos en la vida. Cada Proyecto o meta requiere dedicación, tiempo, compromiso, responsabilidad, entre otras. Si estamos dispuestos y queremos lograrlo tenemos que poner de todo nuestro empeño. Cuando llega el momento y todo conspira para que pueda realizar ese sueño anhelado, no habrá nada que lo pueda impedir, a menos que nosotros mismo no queramos hacerlo. En ocasiones, la mejor manera que suceda algo es que fluya. En tiempo y espacio todo se dará conforme a lo que deseas, sin importar las circunstancias adversas que se puedan encontrar en ese momento. Tu disposición, anhelo, sueño, responsabilidad, tiempo, dedicación, no se verá afectado. Cuando veas el resultado y que al fin pudiste lograrlo por lo que tanto anhelabas tener. Cuando dejas fluir cada circunstancias veras como las cosas empiezan alinearse a tu favor.
Es importante saber que cada cosa tiene su momento, cuando empujas algo y no es el momento adecuado, en ocasiones las cosas se producen pero no porque es el momento adecuado sino, porque estás haciendo todo para empujarlo. Pero eso no significa, que es el mejor momento para empezar. Simplemente veras como se te desvanece tus sueños y empiezan a surgir obstáculos tras obstáculos, y lo que haces es abandonar. Sin pensar si era realmente el momento adecuado para empezar ese proyecto. Cuando todo está a tu favor las cosas empiezan a fluir de una manera que sorprende.
Cuando pienses en nuevo proyecto no te lleves por lo que la gente dirá o buscar la aprobación de ellos, porque nunca estarán satisfechos sino que tu ímpetu y ganas de salir adelante sean tan FUERTES que nada ni nadie te hará desmayar, por lo que tanto has anhelado todo fluirá a su debido tiempo y espacio.
