Podemos pensar que el bullying es un fenómeno que se ha desarrollado en los últimos años, por la magnitud que ha surgido a nivel mundial. Sin embargo, existe que desde que el hombre existe. La necesidad imperiosa de marcar territorio y sentir superioridad ante los demás, hacen que estas conductas destructivas y dañinas hacia otras personas se expresan comúnmente.
Definiendo el bullying como el acoso escolar y/o hostigamiento físico, psicológico, social, sexual, cibernético, verbal de una persona a otra persona, violentando cada una de las áreas o varias a la vez anteriormente mencionadas. Actualmente se muestra en la etapa escolar, adolescencia y en los últimos años también en la edad adulta también. El campo donde mayormente se desarrolla este fenómeno es en las escuelas. Aunque los adolescentes sufren estos maltratos de manera recurrente y/o por un periodo de tiempo no determinado.
Vamos a describir los tipos de bullying los cuales son:
- Físico: Es en este área donde surgen las golpizas, empujones, y cualquier agresión física.
- Psicológico: Es en esta área donde se desarrolla la intimidación, acorralamiento, manipulación, entre otros.
- Sexual: Donde se utiliza el acoso sexual, intimidación sexual.
- Cibernético: Por medio de las redes sociales, correos electrónicos, se promueve la intimidación y el acoso.
- Verbal: Se utilizan palabras insultantes y denigrantes.
- Social: Se hace la exclusión y aislamiento social.
Debemos estar apercibidos y así poder identificar cuando un niño o adolescente muestra una actitud diferente o no habitual a su comportamiento diario. Prestar mucha atención a las señales que está mostrando en su comportamiento y saber identificar cualquier anormalidad en la misma, ya que posiblemente está siendo víctima o en todo caso puede ser el agresor.
Víctima o agresor de bullying tienen en sí el mismo significado. ¿Por qué? Porque en caso de ser un agresor de bullying, es una expresión de que el niño o adolescente es víctima también de algún tipo de violencia en su entorno especialmente en su familia. Tal vez por la inmadurez de su edad, no pueden expresar sus angustias y toman comportamientos insanos para desahogar sus emociones, y eso los lleva hacer personas agresivas. Pero por razones de identificación vamos a calificarlos en este artículo como: víctima un niño que es acosado y agresor como un niño que es el acusador.
Mencionaremos algunas características de alguien que es víctima del bullying: un niño o adolescente que tiene compartimiento aislado, tímido, con retraimiento, sumiso, agresivo con sus padres o con cualquier persona en su entorno, y en el área escolar tiene bajo rendimiento académico.
Características de un agresor de bullying: niños o adolescentes con mucha agresividad, resuelven sus diferencias siempre de manera no adecuada, con insultos o golpizas, generalmente son líderes de grupo entre sus edades, muy provocativos, y no presentan nada de empatía.
Los padres deben prestar mucha atención a cualquier cambio de conducta de sus hijos, ya que ellos pueden manifestar conductas diferentes a su edad, ya sea de ser una víctima y/o un agresor del bullying. Es importante mencionar el papel que el padre debe presentar en cada uno de los casos.
Las siguientes recomendaciones para un padre de un hijo agresor del bullying son: Establecer y mantener una comunicación cercana con el niño, preguntar porque el cambio de actitud, también es recomendable asistir a cada reunión escolar y preguntar a los maestros sobre el comportamiento y el rendimiento escolar del niño. Además conocer los amigos de su hijo y los lugares que frecuentan. También es de suma importancia demostrar en cada momento el amor que siente hacia él/ella, si en casa solo se genera violencia, por ende él actuará de la misma manera, ya que violencia genera más violencia. Así mismo, es importante escudriñar el ambiente en el hogar, ya que pueden estar surgiendo conflictos internos entre padres e hijos o hermanos con hermanos, y esas conductas pueden ser un factor detonante en la conducta del menor. El padre debe convertirse en un observador y estar pendiente de cada detalle, para tener una amplia perspectiva de los factores que pueden estar desencadenando el comportamiento agresivo en el niño. Es importante mencionar que hay muchas consecuencias probables de que los agresores se conviertan en adultos con problemas de delincuencia, con mucha frustración, problemas en las relaciones interpersonales y pueden convertirse en adultos con alguna adicción.
Del mismo modo, podemos hacer mencionar algunas recomendaciones para padres de hijos víctimas: Es importante observar detalladamente el comportamiento del niño, entablar y/o fortalecer la comunicación entre padres e hijos, de tal manera conocer los lugares y las personas que frecuenta el menor, buscar ayuda para aumentar su autoestima y fortalecer su carácter, no significa que debe aprender a pelear sino que, al fortalecer su carácter, debe conocer cuando le están dañando el cualquier de sus diversas áreas como persona. Es trascendental crearles un ambiente de confianza donde él/ella se sientan con la libertad de expresar sus inquietudes, sus emociones y todo aquello que le esté causando algún tipo de angustia. Es necesario trabajar en la autoestima de estos niños, ya que pueden llegar a ser personas con muy baja autoestima, muy pasivas, con bajo interés en lo académico, y desarrollar diferentes trastornos emocionales, psicosomáticos, y en ocasiones llegan a tener pensamientos de suicidios, y en los peores de los casos llegan a cometer el suicidio.
Debemos saber algunas técnicas en carácter de prevención para el bullying: La familia como primer desarrollo micro-social en el cual nos desenvolvemos, podemos destacar que en el ambiente debe haber amor, paz, armonía, comprensión, y apoyo para el niño. Es significativo tener como base los valores, normas y comportamientos adecuados para que el niño crezca en un ambiente sano. Sabiendo que tanto él como otras personas tienen el mismo valor como seres humanos y que nadie está por encima de nadie. Tener en cuenta también la disciplina, donde se emplea el amor y rigor como parte esencial en la familia, ya que se les debe dar afecto pero también exhortarlos en los momentos que deben ser exhortados. La inteligencia emocional juega un papel muy importante, ya que se les debe de enseñar a cómo manejar las emociones y saber tomar decisiones sabias en el momento adecuado. La comunicación es otro pilar para establecer una fuerte alianza entre padres e hijos.
La escuela como segundo contexto donde se desenvuelve el niño, es fundamental que se construyan normas fuertes de buena conducta y se fortalezcan las emociones de cada niño. La disciplina dentro del aula y los reglamentos de la escuela deben estar construidos para que el niño se desarrolle en ambiente sano, fuera de violencia y que lo ayude a convertirse en un adulto sano.
El trabajo en equipo entre padres, maestros y comunidad es clave para ayudar a disminuir el índice de incidencia de violencia en los centros educativos o en el entorno donde se desarrolla la víctima. Es importante no subestimar ningún tipo de queja que los hijos puedan presentar ya que si han encontrado el valor de hablar es porque están pidiendo a gritos ayuda. Conversa siempre con tus hijos, muéstrales con acciones que ellos son importantes para ti, que puedan sentir esa protección y refugio que es transmitida de padres a hijos. Fortalece la relación con ellos y verás que el vínculo entre ustedes se hará más estrecho.

Psicologa.
Especialista Salud mental y crecimiento personal.
